domingo, 30 de octubre de 2016

LOS MISTERIOS DE MOHENJO DARO


En los años 1920’s con el descubrimiento de las antiguas ciudades de Mohenjo Daro y Harappa en Paquistán se tuvo el primer indicio de la existencia de una civilización de más de 4,000 años oficialmente (Se piensa que pudiera tener unos 12,000 años)  en el Valle del Indo que rivalizaba en esplendor con aquellas de Egipto y Mesopotamia.  Se desconoce el nombre original del lugar pero la traducción actual de Mohenjo Daro significa el  “monte de la muerte”.

Se encontró que estas ciudades contaban con un nivel excepcional de planeamiento de la ciudad y varias formas de entretenimiento para sus ciudadanos.  Las casas estaban construidas con baños de ladrillo y el agua era desaguada a través de drenajes que corrían a lo largo de las calles cubiertas por lajas de tabique o piedra.  Cisternas y pozos fueron construidas también con ladrillos bien acabados y existían para el uso común de la población.
Mohenjo Daro poseía un Gran Baño sobre una alta colina que tenía vista hacia el área residencial de la ciudad y estaba construido con capas de ladrillos que encajaban perfectamente, aplanado de yeso y cubierto de una capa impermeabilizante sobre el que se cree pudo haber tenido uso ritual.

Sin embargo, en contraste con este tipo de lujosas casas y calles limpias, había otro lugar en Mohenjo Daro que contenía viviendas imporvisadas y mostraba un patrón residencial e industrial totalmente desordenado, pero lo más extraño fue el descubrimiento de 40 esqueletos que aparecían esparcidos entre las calles y casas.

El arqueólogo británico Paul G. Bahn describe la escena:
En un espacio con un pozo público en un área de la ciudad fueron encontrados esqueletos de dos individuos que aparecían haber usado sus últimas energías desesperadamente para trepar las escaleras que llevan hacia la calle, los restos de otros dos se encuentran cerca.  Por todas partes dentro de esta área los esqueletos extrañamente deformados o incompletos de nueve individuos fueron encontrados como si hubieran sido aventados contra un pozo.  En otra área en el espacio entre dos casas se encontraron seis esqueletos cubiertos con algo de tierra.



Otros varios restos humanos fueron encontrados bajo algunas capas de ceniza y escombros en posiciones que sugieren la agonía de una muerte violenta.  Los arqueólogos han llegado a la conclusión que en efecto todas estas personas padecieron una muerte violenta.  La versión oficial concluyó que eran vigilantes que habían quedado guardando la ciudad y habían sido atacados terminando así con esa cultura.  Sin embargo esta teoría puede ser descartada en alguna forma debido a que no se encontró ningún tipo de armamento en la ciudad.

Una teoría alterna habla de inundación y una posterior epidemia que también pudo haber borrado del mapa a esta civilización y en la actualidad se habla de una catástrofe natural que acabó con la ciudades.  Sin embargo, el misterio permanece, cómo es posible que en una ciudad tan grande como Mohenjo Daro se encontraron solamente 40 esqueletos ¿Qué le sucedió al resto de la población?


La Teoría Atómica

Una teoría poco aceptada por la arqueología oficial,  pero con bases sería la de que una explosión por algún tipo de arma nuclear tuvo efecto en ese lugar.


Algunos investigadores no se han quedado satisfechos con ninguna de estas explicaciones porque no explican satisfactoriamente las condiciones de los restos humanos y han buscado otro tipo de explicación.  David Davenport, un investigador británico-hindú ha pasado 12 años estudiando las antiguas escrituras hindúes y encontró evidencia suficiente como para hablar de una destrucción atómica.  Los esqueletos presentan un cierto grado de radiación que resulta incomprensible para ese tiempo (50 veces la radiación normal) como los que presentaban las personas muertas en Nagasaki y Hiroshima, así como varios objetos encontrados en el sitio se encuentran fundidos y vitrificados lo cual sería posible si hubieran resistido una temperatura mayor a los 1500°C, seguida de un enfriamiento rápido.  Dentro de la ciudad aparece una especie de epicentro de unos 46 metros alrededor donde todo está cristalizado, fusionado o simplemente derretido y a unos 55 metros alrededor los ladrillos están derretidos prueba de una explosión.

Y no debemos olvidar que en las antiguas escrituras hindúes como el Mahabharata se habla de vehículos voladores (vimanas) y de guerras con armas muy poderosas y violentas explosiones, que para la antigüedad que nos ocupa serían lógicamente imposibles