“Los científicos de hoy piensan profundamente
en vez de pensar claramente. Uno debe
estar sano para pensar claramente, pero se puede pensar profundamente y estar
bastante enfermo.” – Nikola Tesla.
Traducción libre del texto de Rixon
Stewart publicado en New Dawn.
Nikola Tesla, fue el científico
visionario cuyos inventos dieron forma a la mayor parte de la tecnología del
siglo XX, y aun cuando su nombre ha sido prácticamente olvidado no es exagerado
llamarlo un visionario.
Al contrario de la mayoría de
los científicos pioneros que pasaron años desarrollando sus proyectos, las
ideas de Tesla fueron concebidas y perfeccionadas en su mente instantáneamente. Tesla decía que el nacimiento, crecimiento y
desarrollo son fases normales y naturales pero en lo que respecta a mis
inventos en el preciso momento en que me hago consciente de ellos ya los puedo
ver completamente desarrollados y perfectos.
De hecho estos extraordinarios
poderes de memoria y visualización caracterizaron la mayor parte de su vida y
de su trabajo. Un día mientras paseaba
con un amigo en Budapest, Tesla recitaba las líneas del “Fausto” de Goethe
cuando literalmente de repente apareció ante él la idea de un campo magnético
rotatorio, y al instante Tesla supo cómo
producir la corriente alterna.
Su visión fue tan vívida que
pregunto a su compañero ¿Acaso no puedes verlo aquí frente a mi moviéndose casi
en silencio….. no es hermoso, no es tan simple?
Mi motor liberará al hombre, hará su
trabajo en este mundo”.
Fue un científico visionario en
todos los sentidos de la palabra, desarrollo inicialmente el foco fluorescente
y las luces de neón, fue pionero en el velocímetro y el sistema de encendido de
los autos y ayudo a encontrar los principios científicos básicos del
microscopio electrónico y el horno de microondas. Sin embargo, aparte de un reducido grupo de
entusiastas que sigue sus descubrimientos pocas personas han escuchado hablar
de Nikola Tesla.
Nacido a la media noche entre
el 9 y 10 de julio de 1856 en Similia Croacia, hijo de un pastor de la Iglesia
Ortodoxa Serbia local, desde muy joven se distinguió como una persona
inteligente y se le envió a estudiar física y matemáticas a Gospic e ingeniería
eléctrica en el Instituto Politécnico de Graz, Austria.
En 1884 Tesla arribó a los
Estados Unidos con unos cuantos centavos en el bolsillo, algunos cálculos
matemáticos y una carta de presentación de Charles Batchelor, quien era socio
de negocios en Europa de Tomás Edison.
Trabajó con Tomás Edison durante
un corto tiempo y después siguió por su cuenta y para diciembre de 1887 ya
había solicitado siete patentes americanas, estas comprendían un sistema
completo de generadores, transformadores, líneas de transmisión, motores y luz
eléctrica. Tan originales eran estas
patentes que fueron otorgadas sin ningún preámbulo como normalmente ocurría y mostraron
ser las patentes más valiosas desde que fue patentado el teléfono.
El industrial George
Westinghouse oyó de los inventos de Tesla y decidió investigar por su
cuenta. Atendiendo a sus agudos
instintos para los negocios, Westinghouse llegó al laboratorio de Tesla e
inspeccionó sus inventos y compró las patentes que se convirtieron en los
cimientos de la Corporación Westinghouse, uno de los pilares del complejo de la
industria militar.
La Corporación Westinghouse ganó
el concurso para iluminar la Feria Mundial que se llevó a cabo en Chicago en
1893 y que fue la primera feria mundial totalmente electrificada. Se inauguró el 1º. De Mayo cuando el
Presidente Cleveland apretó un botón y cientos de miles de lámparas
incandescentes iluminaron los edificios neoclásicos de la feria. Los inventos de Tesla llegaron para iluminar
no solamente la Feria Mundial sino al mundo mismo.
A diferencia de Westinghouse,
Tesla no tenía sentido de los negocios ni tampoco estaba llevado por el deseo
de hacerse rico, en vez de ello poseía visión, genio y un regalo de Dios que lo
ha comparado con el genio científico de Leonardo Da Vinci.
No es exagerado decir que la
Corporación Westinghouse se construyó gracias al poco sentido de los negocios
de Tesla. Años de una fuerte competencia
con la Corporación Edison dejaron a Westinghouse financieramente agotado y para
1896 estaba en una situación sumamente precaria.
J.P. Morgan llamado el “baron ladrón”
del Mercado Accionario vio su oportunidad en ello y empezó a manipular este
mercado accionario para tratar de controlar la industria energética en Estados
Unidos con la firme intención de arruinar a Westinghouse y comprar todas las
valiosas patentes de Tesla.
En un gesto desesperado
Westinghouse le suplicó a Tesla que hicieran una revisión contractual y le
liberará de pagarle regalías cuantiosas al inventor y en un gesto típico de
Tesla se dice que rompió el contrato.
A principios del siglo pasado
Tesla había concluido que sería posible transmitir la energía eléctrica sin
necesidad de cables. Para optimizar sus
resultados eligió experimentar a grandes altitudes donde el aire es más ligero
y existe mayor conductividad.
Como resultado de esto
construyó un laboratorio en Colorado Springs donde llevó a cabo la mayor parte
de sus extraordinarios experimentos, muchos de ellos aun hoy en día cubiertos
por un velo de misterio.
Sus teorías hablan de que
grandes cantidades de energía pueden ser transmitidas hacia cualquier parte del
planeta sin cables y virtualmente sin pérdida de energía. No está muy claro como pretendía hacer esto, pero
hasta el final de su vida mantuvo que esto era posible y que solamente
necesitaba los medios económicos suficientes para convertirlo en realidad.
Sin embargo, los fondos nunca
llegaron y Tesla eventualmente se vio forzado a abandonar sus experimentos en
el laboratorio de Colorado en lo que se convertiría en un patrón recurrente en
su vida: un flujo constante de nuevas ideas pero sin financiamiento suficiente
para llevarlas a cabo.
Al principio de la Primera
Guerra Mundial, Tesla describió la forma de detectar los barcos en el mar, su
idea consistía en transmitir ondas de radio de alta frecuencia que reflejaran
los cascos de las naves y aparecieran en una pantalla fluorescente. La idea era sumamente innovadora y poco entendida
en esos tiempos pero fue el precursor de lo que ahora se llama radar.
Tesla también fue el primero en
ver en el futuro vehículos voladores portando una carga explosiva dirigidos a
control remoto y en ese tiempo describía lo que hoy se conoce como un misil
crucero.
Para 1922 Tesla trabajaba con
consultor en ingeniería y obtenía el dinero suficiente para continuar adelante
pero generalmente los planos que dibujaba eran rechazados por poco prácticos. Y
por ese tiempo Tesla objetaba las nuevas teorías de Einstein, y al contrario del
Premio Nobel, Tesla mantenía que la energía no estaba contenida en la materia
sino en el espacio entre las partículas de un átomo.
Para el final de su vida se
volvió más excéntrico y casi un recluso.
Visitaba parques para rescatar palomas que se llevaba a casa y
alimentaba. En sus años finales en el
Hotel New Yorker hacía que el chef preparara una mezcla de semillas para los
pájaros y se volvió obsesivo con la limpieza, ingiriendo únicamente alimentos
hervidos.
Sin embargo las ideas
continuaron fluyendo y en los años previos a la Segunda Guerra Mundial anunció
que había descubierto una fuente de energía y una tecnología que terminarían
con la guerra completamente.
El New York Times del 11 de
Julio de 1934 publicó que “Tesla a los 78 descubre un nuevo rayo de la muerte”. “El Rayo de la Muerte mandará rayos
concentrados de partículas a través del aire de tan tremenda energía que
eliminarán a una flota de 10,000 aviones enemigos a una distancia de 250 millas….”
Tesla dijo que su arma haría la
guerra imposible porque rodearía cada país con una “muralla china invisible”. Y en efecto es lo que hoy conocemos como el
rayo acelerador de partículas.
Una vez más Tesla se vio
imposibilitado de conseguir el financiamiento suficiente para llevar a cabo su
propuesta y mientras más cerca se veía la posibilidad de la guerra Tesla se
sintió más desesperado. Finalmente, en
una acción desesperada, le envió los planos de su “arma de paz” a los gobiernos
de los Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Canadá, Yugoslavia y la Unión Soviética,
pero para el desencanto de Tesla ninguno de estos gobiernos tomó su propuesta
en serio, bueno no en ese momento.
Sin embargo, solo poco tiempo
después de la muerte de Tesla en 1943 parecía aparente que algunos de estos
gobiernos estaban más que interesados en ello.
El sobrino de Tesla, Sava Kosanovic, llegó a los apartamentos de su tío
la mañana de su muerte, al llegar y de acuerdo a su declaración los cuartos se
veían como si hubiera habido una intensa búsqueda, cuadernos y papeles técnicos
faltaban y solo dos días después la Oficina de la Propiedad se hizo con todas
las pertenencias de Tesla.
Uno de los resultados de este
robo es H.A.A.R.P. (Programa de Investigación de Aurora Activa de Alta
Frecuencia) situado en Alaska, exactamente donde Tesla lo propuso en un
principio. H.A.A.R.P. es visto como un
ejemplo práctico de un instrumento propuesto por Tesla en 1915 y que mucho
tiempo antes de que alguien hubiera oído hablar de H.A.A.R.P. o ni siquiera se
hubiera construido, Tesla ya estaba describiéndolo a la prensa.
En una entrevista publicada en
diciembre 8 de 1915 Tesla dijo al New York Times “Es perfectamente posible
transmitir energía eléctrica sin cables y producir efectos destructivos a
distancia”. “Ya he construido un transmisor inalámbrico que hace esto posible y
lo he descrito en mis publicaciones técnicas…..
Con un transmisor de esta clase podemos proyectar energía eléctrica en
cualquier cantidad y a cualquier distancia y aplicarlo para innumerables
propósitos, ya sea para la paz o la guerra”.