Todos nosotros que de una forma o de otra decidimos seguir
este camino de evolución consciente hemos resentido los cambios energéticos en
el planeta. Si lo queremos ver desde un
punto de vista científico, las
llamaradas solares registradas en este último ciclo de 11 años se mantuvieron
con rangos superiores a los manifestados en ciclos anteriores y con una frecuencia inusitada que se han dejado sentir en todo el globo;
este año el ciclo aparenta comenzar su descenso.
Como seres electromagnéticos y debido al contenido de
magnetita en nuestros organismos, los
humanos obviamente resentimos el bombardeo solar en nuestros cuerpos con
síntomas que van desde el stress moderado al intenso y en ocasiones dolores de
cabeza, musculares, insomnio o somnolencia y una variedad de distintos síntomas
que afectan a unos y a otros no tanto dependiendo del grado de internamiento en
su proceso de cambio.
Para aquellos que como yo tenemos comprobada la eficacia de
la Astrología y pensamos que las energías de los cuerpos celestes nos afectan en mayor o menor grado también,
entendemos que los movimientos planetarios que se han registrado desde 1999
coinciden con innumerables cambios que se han dado dentro de los seres
humanos. Dentro de estos movimientos,
durante los pasados años 2014 y 2015 se han dado alineaciones (así se llama a
la formación de los planetas tomados desde un punto de vista geocéntrico) que
han permitido que se haya incrementado cuantiosamente el número de personas que
buscan constantemente una forma de cambio en sus vidas, ya sea por medio de la
meditación, los cursos de relaciones humanas, el chamanismo, la wicca,
el manejo de energía como el reiki, los ángeles y tantas otras corrientes que
conducen todas al mismo punto, la búsqueda del Ser.
Por supuesto que mientras más comprometido está uno con
estos cambios el Universo se encarga de ponernos las pruebas o lecciones que
debemos afrontar para ir liberándonos de nuestra conciencia de baja vibración
que nos hace creer que el mundo gira a nuestro alrededor. Y en estos últimos dos años las lecciones han
estado a la orden del día, porque todo aquello que no aprendimos, concientizamos
y corregimos durante los años anteriores al 2012 nos está pasando la factura. Así que si en nuestra vida se han presentado
este tipo de eventos donde nuestro mundo se pone de cabeza, lo mejor es dejar
de echarle la culpa a lo de afuera y empezar a vernos hacia adentro evaluando
que es aquello que no hemos alineado con el Universo.
Esta última fase que comenzó en Julio del año pasado con
eventos que hacían que nuestras cabezas dolieran porque nuestra mente bastante
confundida se cansaba mucho de tanto pensar buscando solución a los problemas y
nuestros corazones se sentían pesados de desesperación o desesperanza, alcanzó
su clímax el 19/20 de Diciembre y ahora empieza a declinar levemente. Este intenso período de poco más de un mes
nos ha retado para ir más profundo dentro de nosotros tratando de entender nuestras actitudes y pensamientos más ocultos,
sumergiéndonos en las ilusiones y distracciones producidas por el caos y las luchas de poder que se manejan en
la Tierra.
Aquellos que hicieron bien su tarea, ahora empezarán a
sentirse aliviados ya que quitaron densas capas de su proceso personal y todo lo
tóxico fue depurado. ¿Qué si fue
cansado? Por supuesto, después de todo no es nada fácil procesar la
multidimensionalidad y a velocidades extremas.
Donde quiera que volteabas ahí estaba el reto: la familia, los amigos, la pareja, el trabajo,
las noticias, pero lo principal, tu
propia mente que siempre te hace ver lo que no es.
Por el momento todo está confluyendo para que aquellos que
verdaderamente deseamos convertirnos en seres humanos en luz podamos tener
todas las vivencias y herramientas necesarias para hacer este trabajo. El año 2016 se presenta con mayores retos
para todos aquellos que no hayan concluido sus tareas y las energías
planetarias se seguirán encargando de depurarnos intensamente cuando menos
hasta mediados del mes de Julio.